Mi cuerpo es mi carcel,.... mi mente la libertad

jueves, 8 de septiembre de 2011

POR FIN!

POR FIN!
En mi segunda visita al neurólogo y tras haber probado una medicación específica para la espasticidad con muy malos resultados, me levantaba totalmente agotado y sin fuerzas, este me dijo directamente “fúmate un porro”.
Esto no dejó de resultarme chocante más aún siendo yo policía. Entonces me habló del SATIVEX, un medicamento de uso compasivo basado en el principio activo del cannabis. Al parecer este medicamento, consistente en un espray como el utilizado por los afectados de asma, ya estaba comercializado en otros países, pero como siempre aquí nos tocaba esperar. Parece ser que la palabra cannabis horroriza mucho más a la administración sanitaria que realidades tan terribles como dolor, espasticidad, calambres, insomnio y algunas más que provoca padecer enfermedades como la ELA o la EM.
Bien, desde entonces cada noche, antes de acostarme, me fumo un “porro”  y así consigo dormir sin padecer calambres ni rigidez.
La verdad es que hemos hecho bastantes cosas para esto de los “porritos”, desde conseguir la marihuana, no diré como para no comprometer a nadie, hasta comprar una máquina de liar, primero una manual y después, ya más sofisticada, una eléctrica, solo nos ha faltado plantarla y cultivarla. Aunque reconozco que eso ya me lo estaba planteando. Hubiera sido curioso, de policía a capo de la droga.
Pero por fin saltó la noticia, la administración aprueba el uso del “SATIVEX” como medicamento para la espasticidad, a la” mierda “ mi carrera como narco.

Una vez más la administración ha demostrado su falta de sensibilidad anteponiendo sus prejuicios e intereses al bienestar de las personas para las que se supone que trabaja y por las que debería velar. Si bien es cierto que tenemos motivos para alegrarnos, no lo es menos que considero que también los tengo para entristecerme y sentir rabia por todas las personas que, por su incompetencia e inoperancia, no han podido disfrutar ni este ni otros adelantos médicos.

2 comentarios:

  1. Y yo frabricandolos, esas noches cuando las niñas se acostaban, dandole a la maquinita. No creas que casi lo voy a echar de menos la caladita que le daba para encendertelos, jijiji...Ahora ya sabes, cada vez que te vea rígido como un palo un chiscate del spray. Te quiero

    ResponderEliminar
  2. Que pena Salva... con lo buen narco que habrías sido tu después de todo lo que te enseñó el Vaquilla... y lo propia que debe estar Inma con su turbante estilo Melendi liandote los porros!! jajaja! Nonononono yo creo q no deberías dejarlos!!

    ResponderEliminar