Principio o fin? Todo empezó el día en que le comunicaron su sentencia, no había sido una sentencia legal, no hubo juicio, no hubo defensa ni acusación, simplemente había sido condenado, no importaba lo que hubiera hecho, nadie lo había juzgado, pero había sido sentenciado.
Así es como se sintió, miles de preguntas llegaron a su mente, aunque todas se resumían en una, Por qué?
No había respuesta para eso, nunca la hay en estos casos, el neurólogo trató de ser lo mas comedido posible, incluso parecía reacio a decirle que le ocurría pero se lo dijo ELA, esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad cruel para la que no existe cura, y su mundo se derrumbó.
Al principio se vino abajo, fue como caer en un abismo como si su vida hubiera acabado, no quería verse en una silla dependiendo de los demás conocía las consecuencias de la enfermedad y se negaba a padecerlas, así que una idea cruzó por su mente haciéndose sitio en ella, sería sencillo, tenía los medios y sabía como hacerlo, no se dio cuenta de lo egoísta que era esa postura pero lo tenía claro, no quería sufrir ni hacer sufrir a los demás.
Entonces una voz a su lado le llevó a la realidad y le arrebató esos pensamientos, era su mujer, la persona mas importante en su vida fue una frase breve, pero demostró conocerlo muy bien.
“ No se te ocurra hacer ninguna tontería, ni lo pienses, con eso solo nos harías sufrir mucho mas a todos los que te queremos”.
Así de simple, así de fácil, ese pensamiento voló de su mente siendo sustituido por unas inmensas ganas de vivir, y una tristeza enorme lo inundó pues entonces se dio cuenta de las cosas que quería hacer y que se le escaparían como el agua de las manos al cerrar los puños.
La enfermedad avanza, cada día más débil, cada día más torpe. Decían que la enfermedad cursa sin dolor y sin embargo duele, no solo es dolor físico, un dolor que puedo soportar, lo peor es el dolor del alma o del corazón, ese dolor que se siente cuando estás en esta situación, cuando sabes que haces sufrir a los demás muy a tu pesar, ojalá pudiera evitarlo, intento sonreír siempre intento no estar mal, pero es tan difícil. No quiero quejarme, no creo que tenga derecho, no cuando las personas que tengo a mi lado sufren igual y tratan de seguir adelante con valentía, sacando fuerzas cada día para continuar, la persona que más quiero a la que profeso una gran admiración, por su fuerza su decisión, sigo considerándome el hombre más afortunado que existe, y mientras la tenga a mi lado seguirá siendo así.
El brazo derecho está cada día peor, más débil sin destreza, y el izquierdo no tardará en estar igual, lo noto más débil cada día, las piernas empiezan a fallar, cada vez más débiles, me fallan las rodillas, me cuesta moverme, y sin embargo cuando miro a mi alrededor y la veo a ella, acariciándome, sonriendo, me siento feliz muy feliz, como no serlo cuando a tu lado está la persona más maravillosa que existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario